domingo, 22 de noviembre de 2009

2004

2004: Desde 2004, la Reserva Federal decidió combatir la aceleración de la inflación aumentando muy gradualmente la Federal Fund Rate. Hacia fines de 2005, había un amplio consenso sobre la necesidad de un «aterrizaje suave» o ajuste moderado en 2006. http://www.econlink.com.ar/crisis-financiera/reserva-federal

2004 – 11 de marzo: múltiple atentado de supuesta autoría islamista en Madrid contra trabajadores y estudiantes que en un alto porcentaje (84%) eran contrarios a la invasión de Iraq.
http://www.elmundo.es/papel/2003/02/22/espana/1342438.html

2004 – junio: “entre indicios de que continuaba la lenta reactivación económica, la Reserva modificó un poco su rumbo y emprendió ajustes graduales de la política monetaria que han subido el tipo de interés del 1 al 1,75%.”
http://www.elpais.com/articulo/economia/Reserva/Federal/sostiene/continua/expansion/economica/EE/UU/elpepueco/20041027elpepueco_16/Tes

2004 - 3 de septiembre
Matanza de Beslan en Osetia del Norte (Rusia) reivindicada por Shamil Basayev.
http://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_la_escuela_de_Besl%C3%A1n
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=4974
http://en.wikipedia.org/wiki/Mothers_of_Beslan

2004 - Revista PASOS de noviembre-diciembre (aunque no es posible porque cita artículos de 2005): Wim Dierckxsens, investigador del Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI) en San José de Costa Rica y miembro del Foro Mundial de Alternativas publica su artículo "Fin de la era del dólar, fin de hegemonía EE.UU.:necesidad de otro orden económico" en el que cita varias fuentes:
http://www.dei-cr.org/uploaded/content/publicacione/731233678.pdf

"La devaluación de la moneda universal se refleja en el alza de precios del comercio internacional en dólares. Los metales subieron en un 21% durante el año 2004 y el petróleo en un 34% (The Economist, 1 de enero de 2005: 77)"

"La caída del dólar no es una amenaza externa, sino un peligro con causa interna. La amenaza no consiste en que el euro pretende sustituir o no al dólar. El verdadero peligro es que el sistema económico mundial de hoy se encuentra construido sobre una gigantesca pirámide invertida de deudas que en cualquier momento puede derrumbarse. El peso principal de la deuda mundial se encuentra en los propios EE.UU. y es ahí donde está el mayor peligro de un colapso financiero. Sumando la deuda pública y privada acumulada, EE.UU. debe un total de 38 billones (millones de millones) de dólares, es decir, casi el PIB mundial.
La deuda del gobierno federal de EE.UU. actualmente es de 7,5 billones de dólares, o sea, el 65% del PIB y el congreso acaba de elevar su techo a 8,2 billones. La mitad de esa deuda EE.UU. lo debe al exterior. En solo intereses paga 300 mil millones de dólares al año. La deuda de los Estados y gobiernos locales alcanza 1,6 billones de dólares, con lo que la deuda pública asciende a 9,1 billones de dólares. La deuda privada acumulada de los hogares estadounidenses (sumando hipotecas, tarjetas de crédito, etc.) alcanza 9,6 billones de dólares; la deuda empresarial 7,6 billones y la del sector financiero 11,7 billones de dólares. (Vea, André Gunder Frank, Uncle Sam marching without clothes: pag 1 y M.W. Hodges, U.S. Foreign Affairs trade and reserve report, ambos en internet)."
(...)
"Al poseer la moneda mundial y al endeudarse con el exterior, EE. UU. se endeuda en su propia moneda que es capaz de emitir. Al emitir dinero para poder pagar sus deudas, el efecto inflacionario se exportaría.

Ningún otro país del mundo está en estas condiciones especiales de pagar su deuda externa en moneda propia. Al emitir dinero en forma descontrolada, cualquier otro país del mundo sufriría un severo proceso inflacionario interno. Al poseer la moneda de reserva internacional, sin embargo y, al endeudarse con el exterior, EE. UU. recibe crédito gratuito de casi todos los países del mundo que depositan importantes reservas internacionales en papeles de valor en dólares. El déficit acumulado en la balanza comercial de EE. UU. alcanza casi 6 billones de dólares, lo que representa más del 50% del PIB. Las importaciones de EE. UU. alcanzan actualmente el 15% del PIB y las exportaciones un 8% y la brecha no para de crecer (Vea, Barry Downs y Hill Matlack, With paper money-confidence is suspi31-12-2004; Internet).

Cualquier país con un fuerte déficit en la balanza comercial se ve obligado a controlar el déficit fiscal para garantizar al menos el pago de los intereses de la deuda. Sin embargo, al recibir capital de gratis en la calidad de reservas internacionales, EE. UU. más bien puede aumentar su déficit fiscal. Para garantizar su hegemonía se tira a una costosa guerra en Irak para evitar que el euro destrone al dólar. La economía de guerra brinda oportunidad a la industria militar norteamericana, su único sector económico verdaderamente competitivo. En vez de aumentar los impuestos para costear la guerra, la administración Bush más bien los bajó en beneficio del 5% más rico de EE. UU. De esta forma la empresa privada norteamericana se vbeneficiado a costa de un déficit fiscal creciente.

La mitad de la deuda pública norteamericana la financian básicamente aquellos países que mantienen sus reservas internacionales en dólares, la otra mitad se la cobran a los trabajadores de EE. UU. La mitad de la deuda pública de EE. UU. es negociable en el mercado de bonos y certificados de la Tesorería. Casi la mitad de esta deuda pública federal negociable (de 7,5 billones de dólares) está en manos de inversores extranjeros y más del 50% de esas inversiones extranjeras a su vez se encuentra en manos asiáticas La otra mitad de la deuda pública no es negociable en el mercado. De esos fondos no negociables más del 40% proviene del fondo federal de seguro social que se encuentra actualmente en bancarrota. De ahí la política cínica de Bush de privatizarlo. Además de la participación en la deuda pública, los inversores extranjeros poseen el 13% de todas las acciones privadas negociables."


2004 - 9 de diciembre: Dice John Saxe Fernández, doctor en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (México). El subrayado es mío:

"La vinculación entre la guerra de Irak, el desplome del dólar y la intensificación de las fricciones trasatlánticas es central en la actual dinámica de poder. Pasamos de la guerra fría a una etapa caracterizada por una paz fría en las relaciones intercapitalistas en general y en las de EU con Europa en particular.

El término paz fría fue acuñado por Jeffrey Garten, banquero, ex asesor de presidentes y decano de la Escuela de Negocios de Yale, para referirse al fenómeno de "las contradicciones interimperialistas".
(...)
Al aumento del gasto militar en Irak se agrega el desplome del dólar, emparentado con la profundización del déficit fiscal, así como un agravamiento del déficit de cuenta corriente, es decir, de la balanza comercial y de las transacciones financieras en ultramar.

Los problemas fiscales se derivan de un diseño presupuestal irresponsable y clasista con crecientes costos militares, pero la cuestión central es la falta de credibilidad del gobierno de Bush. Fue bochornoso el espectáculo ofrecido por quienes hicieron del engaño, la manipulación y la falsificación de datos y sucesos un asunto cotidiano. De aquí el gran escepticismo de la opinión pública mundial y los inversionistas en torno a la retórica en favor de un dólar fuerte proveniente del gabinete económico de Bush. Según Garten, la Casa Blanca se está comportando en el área de política económica internacional de manera similar a como lo ha hecho en la esfera política y militar: "se pronunciará de manera confiada si no es que arrogante, y no cejará de presionar fuertemente su ideología a lo largo y ancho del orbe. Invitará a otros países a participar en sus planes, pero a fin de cuentas hará lo que le dé la gana con o sin ellos. Su política en torno al dólar es un reflejo de su política en Irak" (Newsweek, 20/11/04, p. 31).

Garten muestra con datos por qué el problema para los inversionistas no se limita sólo a las "intenciones" reales de Bush, sino también a su capacidad para enfrentar los graves aprietos económicos gestados durante sus primeros cuatro años. EU pasó de un superávit acumulado de 5 billones de dólares a un déficit de más de 2 billones, es decir, un cambio de 7 billones (trillions en inglés).
(...)
Los pronunciamientos en torno a un dólar fuerte están acompañados de iniciativas presupuestales que, al acentuar el déficit, propician la caída en picada de la moneda. Garten muestra que el déficit fiscal no preocupa mayormente a Bush, quien promueve, entre otras medidas: a) dar carácter permanente a los recortes impositivos hechos a favor de los sectores de mayores ingresos, lo que significa agregar cerca de 2 billones al déficit de 10 años; b) aumentar el gasto militar y de seguridad interna, y c) privatizar la seguridad social, agregando entre uno y 2 billones al déficit. Por lo que aumenta la cautela de inversionistas y bancos centrales, de quienes EU depende grandemente para salir del atolladero y enfrentar sus necesidades de financiamiento estimadas en 2 mil millones de dólares diarios, el equivalente al ahorro total generado por las exportaciones de todos los países de Asia y Europa.

La idea parece centrarse en "internacionalizar" los costos del desastre en Irak y del despilfarro fiscal, por medio de la devaluación monetaria, pasando la factura al mundo. Hace poco, el secretario del Tesoro dijo, en referencia a otro rubro y con toda la cara dura del caso, que "el déficit de cuenta corriente de EU es una responsabilidad compartida".

Naturalmente en Europa y Asia aumenta el rechazo a cargar con los costes de este esquema mientras se acrecientan las tensiones entre las respectivas áreas monetarias. El problema se le agrava a EU, porque se modificó la estructura de poder del sistema monetario internacional y el dólar ya no es la única moneda global."

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